Subida a la Fuenfria.

06 de Junio del 2010.

Comienza el dia esperado, necesitaba probar hasta donde era capaz de llegar, tenía que afrontar el reto más importante del año, subida a la Fuenfria, para todos vosotros una subida facilona y divertida, para mí es como subir el Tourmalet por la cara más difícil.
Esta crónica no está dedicada a mi persona, está dedicada a todos vosotros, al cariño que me demostráis cuando estoy a vuestro lado, ayer estuve a punto de renunciar a la subida, pero Fr@n, Gonzalo y mi gran amigo Revuelto consiguieron que por fin subiera mi subida maldita, hace un año por estas fechas se me truncó de una manera muy desagradable, me he tirado un año pensando en ese momento y por fin llego ese dia.

08:30 am Magnifico dia, un sol de escandalo y una temperatura que invitaba a ascender le admirada y preciosa Fuenfria, en compañía de mi fiel escudero ( Charly ) me plante en la estación de Cercedilla, donde me esperaban 27 Pitufos dispuestos a afrontar el Reto.
Decidí adelantarme y con Jesús y la compañía de Oscar afronté el primer tramo, una zona de calzada romana donde las piedras tienen un papel desestabilizante. algún susto me metí pero no conseguí descabalgar antes de tiempo. 2 kilómetros de subida suave, la primera dificultad del dia, me toca bajar de mi bici y patear un rato, otros no tienen ese problema y suben con mucho tesón, eso sí invita a subir a molinillo.
La subida en sí está dividida en tres zonas, la siguiente zona creo que es la más aburrida, es una zona de carretera pestosa y es aquí donde sufro como hacia mucho tiempo, un punzón parece que se me clava en las lumbares, casi que se me caen las lágrimas de sufrimiento y en el kilómetro 5.400 empieza mi drama, decido lanzar la bicicleta contra el suelo y despedirme de la ruta, no puedo continuar, estoy al limite del abandono, pero allí estaban ellos, Gonzalo, Revuelto, Fr@n y creo que Oscar, consiguen que me venga arriba y continué con la ruta, sus ánimos me ayudan a subir, llego a olvidarme de mis dolorosas lumbares, recuperandome animicamente, tengo que agradecerlo, estas pequeñas cosas nunca se olvidan, son kilómetros que se me hacen largos, pero con esta compañia es imposible ir a peor, llego a la altura del mirador de los poetas y como al gran Contador se me espera, esta gente me ha echo sentirme orgulloso de este deporte, que compañerismo y que voluntad tan admirable tenéis. La llegada a este momento triunfal esta recojido en un documento sonoro difundido por Gonzalo, valla alarido que pego!!!. Proseguimos la marcha, ya queda poco para acabar la primera parte de la ruta, la Fuenfria queda a 4 kilómetros, a mi se me hacen muy largos, creo que estoy apunto del desfallecimiento, Tsien y Solofer me acompañan en este ultimo tramo, Antonio me hace ver lo maravilloso de estos parajes, a 1700 metros de altura y con una sonrisa radiante llego al final de mi destino. La bajada me la paso haciendo fotos en compañía de mi fiel Escudero, gracias Charly siempre estas ahí, a mi lado.
Quiero darle las gracias a todos los que me acompañaron en esta preciosa aventura, en especial a FRAN, REVUELTO Y GONZALO, sin vosotros no lo hubiera conseguido...